Con una cifra de más de 9200 muertos confirmados por el Gobierno de Japón y mas de 16000 desaparecidos, una de las mayores consecuencias fue la destrucción parcial de las plantas nucleares de Fukushima. Los reactores de estas plantas perdieron sus bombas de refrigeración durante el tsunami, provocando la fusión de algunos de los núcleos y, junto a las grietas de las cúpulas, importantes fugas de material radioactivo. Pese a los indicios y a los duros trabajos de profesionales de muchos paises para enfriar las barras de plutonio y uranio, el nivel de radioactividad actual seria equiparable a los que se encuentra en la tristemente famosa "Chernobil". Una veintena de trabajadores y ex-trabajadores de la central siguen en su interior, luchando contra la maltrecha maquinaria y contra el tiempo intentando que las fugas de material radioactiva se mantengan en niveles aceptables. Solo podemos llamarlos héroes, ya que pese a saber que su suerte estaba echada, se quedaron para proteger a sus compatriotas aún a sabiendas del fin que les esperaba.
"Toru Hanai. Reuters" |
Pero lo peor quizás este por llegar. Según han anunciado los expertos estadounidenses en la materia, podría estar preparándose un nuevo seísmo de hasta 8ª en la escala Richter para dentro de unos días. Según las noticias que llegan desde el país del Sol Naciente, es muy poco probable que las centrales nucleares o las infraestructuras de emergencia que han quedado resistan un nuevo embate de la naturaleza.
"Siempre hay lugar para la esperanza" |
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