Cuando hablamos de sensibilidad ISO, quizás si acabamos de empezar nos suene a chino, armenio o bieloruso, pero en realidad es bastante más sencillo de lo que parece.
La SENSIBILIDAD ISO, es el valor que necesita nuestra cámara para hacer una fotografía. Este concepto, heredado de la fotografía tradicional, sigue en vigor en la digital, aunque con varios cambios,
En la fotografía tradicional, los cristales de Haluro de plata, contados por millones eran los encargados de "captar" la luz. Junto a la gelatina que actuaba de soporte, se formaba la película en si misma. Es el tamaño de estos cristales lo que determina la sensibilidad de la película y también el ruido.
En el formato digital, el sensor o CCD, es el que se encarga de recoger la captura de la imagen. De funcionamiento similiar a la película, esta formado por una malla de miles de celdas fotosensibles en lugar de los cristales, las celdas generan una corriente eléctrica cuando inciden en ellas la luz captada por la lente, sin que esta cantidad de corriente sea fija. Cada celda descarga una cantidad al azar de electricidad y datos generando un pixel que sera almacenado en la tarjeta de memoria.
A diferencia de la pelicula tradicional, la sensibilidad de cada uno de estas celdas es la mínima posible (ISO 100), siendo necesario que la cámara amplifique cada una de las señales para valores superiores.
EL RUIDO
Cuando hacemos una fotografía con una señal lumínica débil, amplificamos también una buena cantidad de datos al azar. Eso es el ruido. Normalmente este aparece en todos los canales del espectro visual, aunque con mayor incidencia en el azul.
Como normal general, hay que cuidar tanto el nivel de ISO que usamos como la exposición, ya que habitualmente cometemos el error de usar una ISO alta para capturar mas luz, provocando mayor ruido.
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