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sábado, 23 de julio de 2011

De viaje con nuestra cámara. Parte 1

Resulta que un compañero de trabajo y seguidor de este blog ha decidido hacerse una escapadita a Tailandia. Como además de seguidor es un novato en cuanto a fotos se refiere, me ha pedido que postee algo sobre las fotografías de paisajes y urbanas. Y, como aparte de apañao soy así de majete, aquí tenéis unos consejillos para esos viajes exóticos que tantas fotografías nos pueden aportar.

Empezaremos por la fotografía de paisajes...

1. ¿Profundidad de campo? Cuanto más, mejor

Si bien en los retratos y en fotografías macro jugamos más con él, utilizando esta característica como un elemento compositivo más, para un paisaje deberíamos buscar la mayor profundidad de campo posible, permitiéndonos mantener nítida toda la foto.
Recuerda que para conseguir una gran profundidad de campo debes cerrar todo lo que puedas el diafragma del objetivo de tu cámara, esto es buscar el numero f/ más alto (esto va al revés, y con un f/8 o un f/11 debería bastarnos)

2. ¿Tembloroso? Usa un trípode

Al cerrar tanto el diafragma, tendrías que utilizar tiempos de exposición largos.
Así que, necesitarás un buen trípode si no quieres que te salgan movidas las fotos, sobre todo si las hacemos durante la noche o cerrando ya el atardecer.
En caso de no disponer de uno, puedes probar a abrir algo más el diafragma o a subir la sensibilidad ISO (si lo usamos normalmente en 100/200 podemos pasarlo a 400/800), aunque recuerda que haciendo esto último aumentarás la relación de ruido en la imagen.

3. ¿A dónde apuntamos?

Recordad que tenemos que mirar antes de fotografiar. Tenemos que buscar los elementos más interesantes de la escena, identificándolo dentro de tu paisaje, evitando disparar a saco.
Puede ser el pico de una montaña, una roca, un árbol, una silueta, una casa, un muelle...
También acuérdate de situarlo bien dentro de la fotografía aplicando la regla de los tercios.
Si no tienes claro que es esta Regla de los Tercios, en este blog (al principio) hay un aporte bastante esclarecedor.
Bajo licencia de Manu C.

4. En el fondo, lo que importa es el fondo.

En paisajes el fondo importa mucho. Estará nítido y formara parte de la composición por completo, así que es uno de los puntos que debemos cuidar más, por que si no saldrá borroso y descompuesto.
Tendremos que analizarlo con detenimiento, viendo donde situamos los puntos de interés, si utilizamos líneas rectas o curvas para conducir la atención en la foto, ver de qué manera vamos a crear sensación de profundidad...
No debemos olvidar tampoco mantener recto el horizonte. Recordar que podemos corregir la inclinación de la foto si nos saliera torcida, pero siempre es mucho mejor si ya viene recta de origen.

5. Mirando al cielo

El cielo es otro de los puntos a considerar a la hora de componer nuestra foto.
En la mayoría de fotografías de paisajes hay un elemento predominante: el cielo o la tierra (vale, o el mar).
Ahora observa el paisaje… ¿Tienes unas nubes algodonosas iluminadas desde atrás por la luz de atardecer mientras estas de vacaciones en el desierto del Gobi? Déjale un tercio de foto al suelo y ocúpate de ese espectacular cielo.
¿Que tenemos un suelo lleno de ruinas, o flores de vibrantes colores y un cielo totalmente plano? Pues ya sabéis, al revés.
En algunas ocasiones no estará de más aplicar algo de procesado posterior a la foto para dar más fuerza al cielo, aplicando algún tipo de filtro para añadir color y contraste.
Licencia de "The World of Airin"


6. ¿Que estas mirando?

Las líneas de la imagen nos permiten guiar la vista del espectador por la foto, marcando el recorrido que deben hacer para percibir la imagen como nosotros queremos, es decir, marcamos el recorrido.
Gracias a las líneas podemos dar a la imagen sensación de profundidad y escala de tamaño, además de poder ser, en sí mismas, el centro de interés de la fotografía.

7. ¿Movida? No, dinámica
Los paisajes evocan esa sensación de calma, paz y tranquilidad.... pero lo cierto es que el movimiento que se pueda producir a nuestro alrededor puede añadir a la imagen sentimiento o drama, y crear en sí mismo un centro de interés.
El viento que mueve los árboles, las olas en el mar o la corriente de un río son ejemplos de movimiento que encontramos continuamente en la naturaleza y que podemos recoger en nuestras fotos.
Para capturar ese movimiento tendremos que utilizar velocidades de obturación bajas, lo que nos obligará a cerrar más el diafragma para contrarrestar la cantidad de luz que entra a través del objetivo y puede que algún tipo de filtro para reducir la luz (ND 4/8 o similar), salvo que esperemos a un momento del día con menos luz.

8. Tápate que no te vayas a resfriar hijo...

Una escena puede variar en función del clima que se dé en el momento de hacer la foto. Es por ello que elegir bien el momento en el que hacer la foto va a resultar determinante para obtener un buen resultado.
Todos los novatos asociamos el buen tiempo y los días soleados al mejor momento para hacer fotos. Con el tiempo nos iremos dando cuenta de la infinidad de posibilidades que ofrecen los días nublados, lluviosos, la niebla o la nieve, ya que las diferentes luces que nos proporcionaran los "filtros naturales" de la nieve, la niebla, la lluvia o simplemente las nubes nos darán infinidad de opciones.
Los días soleados, en las horas centrales del día, generan una luz dura, con sombras muy acusadas y fuertes contrastes entre las luces y las sombras. Por el contrario, los días nublados dan una luz más suave, reduciendo ese contraste.
Solo rompiendo la monotonía de nuestras fotos de paisajes, en lugar de estar esperando con nuestra cámara cogiendo polvo a que llegue el próximo día soleado, lograra que hagamos esas increíbles fotografías que llevamos dentro. Así que no dudéis en tapar con una loneta la cámara, enfundaros el chubasquero y correr en pos de ellas.

9. ¿Que hora es?

Se que es un rollo... pero madrugar para hacer fotos de paisajes al amanecer o esperar al atardecer para hacerlas es una de las mejores cosas que podrías hacer. Cierto que decimos en el punto anterior que la luz esto, la luz lo otro...
Pero el amanecer y el atardecer son los dos mejores momentos para hacer fotos de paisaje. La posición del sol hace que la luz incida sobre los objetos con un ángulo específico en el que se crean texturas y patrones con las sombras. La temperatura de color varía enormemente, y los cielos se transforman completamente por este ángulo con el que llega la luz, así que llena el petate de comida, llévate algo de beber y paciencia.


Bajo licencia de Manu C.

10. ¡Enderézate hombre!

Posiblemente es la regla más básica de la fotografía, y por ello mismo la más olvidada.
Primero de todo... mantenedlo recto.
Antes de disparar, tenemos que asegurarnos de que el horizonte está bien nivelado. Recuerda que siempre puedes corregir la inclinación posteriormente en la edición de la foto, aunque te obligará a recortar la fotografía, haciéndote perder más de un detalle lateral que quizás te gustaría conservar...
La composición es también importante. La regla de los tercios nos dice que es mucho mejor ajustarlo a un tercio arriba u otro abajo, dependiendo lo que queramos destacar (como os dije arriba)

11. Míralo de otra manera...

¿Como haces tus fotos? ¿De pie? ¿Con la cámara a la altura de la cara?
Siempre solemos hacer las fotos desde el mismo punto de vista así que cada una de nuestras fotos transmiten siempre las mismas sensaciones. Es lo que vemos habitualmente y es lo único que llegamos a observar.
Prueba a cambiar ese punto de vista. Tírate al suelo, agáchate, súbete a algún sitio elevado, dispara desde la cadera, a lo que surja... Descubrirás nuevos puntos de vista, y conseguirás fotos más sorprendentes.

No os perdais el próximo artículo sobre la fotografía incidental y úrbana.
Un saludo inquietos¡¡

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